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Novela Conjunta

DEFINICIÓN DE LA TRAMA

DEFINICIÓN DE LA TRAMA

Como resultado de los cuestionarios resueltos y enviados, de los comentarios de muchos de vosotros en el blog, de los mensajes electrónicos recibidos por los más entusiastas del proyecto, y como resultado también del análisis de cada una de vuestras propuestas en pro del éxito y calidad del proyecto, la trama de la novela conjunta queda definida por los términos que siguen: 

1.- Los acontecimientos que cuenta Vladimir tienen lugar en la década de 1960, en concreto después de la crisis cubana de 1962. La década de los sesenta fue una década marcada por la Guerra Fría, conflicto internacional entre EEUU y la por entonces URSS como representantes del bloque capitalista y del bloque comunista respectivamente. Durante los años 1947 y 1991, tiempo que duró la Guerra Fría, el armamento nuclear se convirtió en la gran amenaza mundial.

2.- La edad de los cuatro protagonistas es de entre 35 y 45 años, dado que participaron en la 2ª Guerra Mundial. Hombres de estas edades que han pasado por experiencias tan duras como una guerra, la cárcel, el KGB o los GULAG, y que deciden cambiar el rumbo de sus vidas, tienen que tener, por fuerza, un carácter muy fuerte y una visión de la vida nada común. Por las edades y experiencias, la perspectiva de que los cuatro están viviendo una aventura crepuscular es la opción más apropiada para plantear toda la trama.

3.- Desde el desértico barco en que viajan los cuatro protagonistas se ve una playa, y esta playa por el calor que se describe en muchos de los microrrelatos podría ser Playa Girón también conocida por Bahía de los Cochinos, lugar de la costa cubana en el que en abril de 1961 EEUU intentó una invasión para acabar con el gobierno de Fidel Castro afín a los ideales marxistas.

4.- El barco no se dirigía a Dinamarca sino a la península de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, lugar que durante la Guerra Fría los soviéticos utilizaban como blanco de pruebas nucleares y que por esto mismo parece el sitio más apropiado para ocultar una poderosa arma.

5.- La desaparición de los tripulantes del barco se produjo por obra del alienígena: con sus poderes los transportó a una isla deshabitada del océano índico.

6.- De los cuatro protagonistas sólo Dimitri tiene mujer e hijos. La familia del resto de los protagonistas es intrascendente salvo por la mención que hace María Díaz De Cerio de la madre de Abel en el XIXº microrrelato.

7.- El alienígena es pequeño, es informe y puede adoptar distintas formas. Su voz suena a lejana voz en off.

8.- La amenaza que se cierne sobre el mundo y con la que nuestros protagonistas quieren acabar, son unas poderosísimas armas nucleares que el gobierno soviético guarda en la península de Kamchatka y que pretende hacer explotar a un mes de la salida en barco de Murmansk de nuestros protagonistas (relato de Piedras que se mueven), sobre territorio norteamericano. La explosión de estas armas provocaría la respuesta nuclear de EEUU y de sus aliados, sumiendo así al planeta en una 3ª y definitiva Guerra Mundial que acabaría con la especie humana.

9.- El alienígena ayudará a evitar la catástrofe con las piedras con las que sueña Abel, piedras compuestas de un extraño mineral que anula los efectos de las armas nucleares. Para lograr anular los efectos de las armas bastará con que el alienígena active los compuestos minerales de las piedras y que él mismo los arroje sobre la península de Kamchatka.

10.- Finalmente los cuatro protagonistas logran acabar con la amenaza.

Muchas gracias a quienes habéis participado en la definición de la trama.

Por favor, colgad en el blog, como comentarios a esta entrada, las dudas u opiniones que os susciten estos diez puntos.  


X (Momento en el que toman la decisión de colaborar con el alienígena)

Esther Estrada

Aquella noche fue crucial para el resto de nuestras vidas. Durante horas estuvimos discutiendo qué decisión íbamos a tomar. A veces, uno prefiere suspender el juicio y dejar pasar el tiempo, confiando que las cosas se resuelvan sin tomar parte alguna en el problema. Así me sentía yo aquella noche. “El extraño”, como habíamos bautizado al ser que se nos apareció en la cubierta del barco aquella mañana, nos había dejado de plazo veinticuatro horas. Abel lo tenía muy claro, aunque corriéramos mucho peligro, había que volver a Rusia, y obedecer las curiosas normas que el extraño nos había indicado. Ante el estaba Dimitri, que se oponía firmemente a la opinión de Abel. Decía que si no cumplíamos esa especie de misión y verdaderamente se desencadenaba una tercera guerra mundial, partíamos con cierta ventaja respecto al resto de la humanidad. Conocíamos lo que iba a pasar y, con los primeros indicios, nos largaríamos al polo opuesto del mundo. Iván estuvo distinto esa noche. Permanecía sentado en una silla puesta del revés, con la barbilla apoyada en el respaldo, callado. Intervino poco en la discusión, y casi sus únicas palabras fueron para decir que el haría lo que nosotros decidiéramos. El ya no tenía nada que ganar ni nada que perder, dijo. Ante esta postura, la decisión estaba en mis manos. Éramos tres y dos ya habían opinado. Di vueltas y vueltas en el camarote en el que nos encontrábamos, salí a cubierta, y por fin entre. “Hay que hacerlo”, dije mientras los demás me miraban fijamente. Pensé que no era el momento de argumentar mi decisión, así que cogí a Dimitri, que estaba rojo de ira, del brazo y me lo llevé a cubierta. El si necesitaba una explicación.

 

XI (Momento antes de que el alienígena se adentre en los sueños de Abel)

Julia Fernández- Tellechea 
—Está soñando con las piedras —avisó con desgana Dimitri, asomando por la ventana la sola llama de su cigarro.
Tiré las cartas sobre la mesa, hundí mi cigarrillo entre las colillas de un colmado cenicero blanco, y me levanté tras Experson soltando un bostezo. Era noche cerrada, la cuarta noche que pasábamos en vela esperando a que Abel soñara con aquellas dichosas piedras, mientras nos jugábamos a las cartas vanas riquezas. Era la cuarta noche en que Experson se sentaba con las piernas cruzadas en un rincón del comedor y dejaba los ojos en  blanco, indiferente a nuestra partida, a la espera de lo que él llamaba con apenas un hilo de voz, “la señal”, el valioso secreto que, al parecer, guardaba en sueños nuestro amigo Abel.
—¿No vienes? —pregunté a Iván que se había quedado sentado mirando sus cartas.
Iván no contestó, ni siquiera levantó la mirada de las cartas, tan sólo soltó un suspiro cargado que me incomodó. Volví la cabeza, agarré mi abrigo del respaldo de la silla y me dirijí a la puerta. Cuando estaba por cruzarla, oí cómo Iván posaba con cuidad su escalera de color en la mesa y decía "daría todo por que fuera verdad lo que dice Experson". Me paré, apoyé mi mano sobre la manilla de la puerta y sentí el estremecimiento de saber las pocas razones que tenemos para no creer en los milagros.

XII (En el barco, mientras esperan a que Abel vuelva a soñar con la piedra)

Aitor Atozki

Cuando volví a la cubierta, Experson seguía allí, impasible, sin perder de vista a Abel. Seguía con su extraña letanía (cansado, cansado, cansado) que repetía desde hace tres horas. Me senté con él mientras los demás dormían y le observé con curiosidad. Nos había dicho que en ocasiones, cuando sucedía algo trágico, un objeto podía absorber esas energías, y todo el que lo mirase vería reflejados sus temores, que le perseguirían hasta que pudiese afrontarlos o le acabaran consumiendo.
—¿Por qué la piedra de Abel? —pregunté tímidamente— No pudo sufrir tanto por la muerte de su padre.
—Vive —respondió lacónicamente, sin mover esos ojos que parecían vidrio.
—Experson, no te entiendo. Dices que tu mundo es perfecto, que vencisteis a la muerte, que no tenéis preocupaciones, ni sufrís por el amor. ¿Qué sentido tiene esto?
—No perfecto, seguro. Sin miedo... Cansado... muy cansado... frío...
—¿Qué?- Empezaba a temer que Experson estuviese delirando.
—Mundo frío. No nos preguntamos. No amamos. Nada importa. Cansado...
—¿Y por qué no lo cambiáis? ¿Por qué no puedes encontrar la piedra? ¿Por qué nos necesitas?
—No sabemos soñar.
 

XIII

Alicia Rodríguez Vicente 

Vladimir, yo miraba a mis compañeros y pensaba, cuatro agentes de la KGB, que no sabíamos donde estábamos, solo que hacia calor, y que teníamos que ir a Rusia de donde habíamos escapado, solo porque Experson el alienígena que ya había pasado a ser parte de nosotros, nos mandaba ir a buscar la piedra negra.
Abel nos había artado de oírle hablar en sueños, con las piedras que se movían, pensando todos que estaba medio loco, y ahora Experson nos mandaba a ese lugar. Dimitri, Iván y yo nos mirábamos pensando si seria verdad todo lo que soñaba Abel.
Nos preguntábamos- ¿Y como íbamos a ir?- si no sabíamos donde estábamos.  Aquel silencio era lo mas duro, ninguno de nosotros sabia que decir.

A partir de un montón de partículas... (Raúl Brasca*)

A partir de un montón de partículas... (Raúl Brasca*)

 Gracias de nuevo Fernando.

 La microficción no es sólo una nueva manera de escribir, sino también de leer. Proporciona una nueva visión del mundo a partir de un montón de partículas. En este sentido, está de acuerdo con el modo en que el hombre de este siglo se hace una imagen del mundo que nace de fragmentos que toma de muchos sitios. De allí que es el género del siglo XXI. El microrrelato brinda una satisfacción estética inmediata que consiste en disparar sugerencias antes que certezas a un lector escéptico, que descree de los grandes relatos legitimadores del siglo pasado.

Raúl Brasca

*http://webs.uolsinectis.com.ar/rbrasca/microc.html

Puro Final (Pablo De Santis)

Puro Final (Pablo De Santis)

 Gracias a Fernando Parres os puedo transcribir estas elocuentes palabras del cuentista argentino Pablo De Santis.

 El microrelato es una especie de arte del efecto, como puede serlo la poesía o el humor gráfico. Trabaja con la sorpresa y podría decirse que es puro final. La escritura requiere que no haya elemento ni palabra de más. Exige al autor mucha contención.

Pablo De Santis

La belleza de una forma cerrada en sí misma (E. Anderson Imbert)

 Un cuento con principio, medio y fin posee la intensa unidad de un acto vital, excepto que, al crear un cuento diminuto, el cuentista es libre para imaginar, si le da la gana, acciones que transcurren a lo largo de siglos. Puede, si quiere, reducir a un párrafo la inacabable historia del inmortal Judío Errante, que sería como derramar todo un mar en una gota de agua salada. La amplitud del tema es lo de menos. Lo instantáneo en un cuento es la intuición poética, que es como un éxtasis, con que el cuento descubre una intriga singular, estéticamente valiosa, y salta a una forma expresiva que termina en un desenalce imprevisto. El microcuentista descubre el valor estético de una imagen incongruente, de una situación singular. En un rapto de simpatía se instala en el interior de esa realidad inventada para gozarla en lo que tiene de original y para expresaarla con símbolos exáctos.

Enrique Anderson Imbert

Por 500 pesetas la respuesta, digánme nombres de extraterrestres famosos. Un dos tres, responda otra vez.

Por 500 pesetas la respuesta, digánme nombres de extraterrestres famosos. Un dos tres, responda otra vez.

 E.T., Alien, Blob, Alf, Abraxas, Kryten, Predator, Torl, Rakhat, Solaris, Kanamitas, Ewoks, Cocoon, Gurb...

Un objetivo primario de una subjetividad absoluta (Carlos Pujol)

Un objetivo primario de una subjetividad absoluta (Carlos Pujol)

 A menudo se eligen nombres inciertos aludiendo a la ambigüedad íntima de los personajes, pero en general no hay normas, se tantea en el vacío; como el ladrón que va probando combinaciones en la caja de caudales hasta que oye un chasquido, y entonces comprende que aquello se va a abrir. Es cuestión de oído, de sensibilidad en las yemas de los, de años de práctica en desvalijar a los otros.

 El resultado no siempre es feliz, pero se busca un objetivo primario y de una subjetividad absoluta: convencerse a uno mismo de que aquellos nombres, en aquellos casos concretos, suenan a verdad. ¿A qué verdad? Pues, qué le vamos a hacer, a la propia, cuando se escribe una novela se dispone de poco más. Los nombres no son la novela, pero sí las banderitas que agitará cada personaje en el curso de la narración.

Carlos Pujol

¿Cómo se manifiesta la ficcionalidad en el microrrelato? (David Lagmanovich)

¿Cómo se manifiesta la ficcionalidad en el microrrelato? (David Lagmanovich)

 Denominaciones tales como 'ficción súbita', 'historias de un minuto' y 'relatos vertiginosos', entre otras, dejan ver que los críticos han intentado apresar una característica básica que se une a la brevedad: la velocidad. Toda acción minificcional transcurre en un instante: a tal punto, que el lector cree tener ante sus ojos una totalidad instantánea, con notable pérdida del transcurso narrativo. Los microrrelatos son necesariamente veloces.

 David Lagmanovich

Lo importante que es la elección del nombre de los personajes(Soledad Puértolas)

Lo importante que es la elección del  nombre de los personajes(Soledad Puértolas)

 ¿Cómo acuden a la cabeza del escritor los nombres propios?, ¿cómo los reconoce el escritor como los nombres verdaderos e insustituibles de los personajes y de los escenarios? Son preguntas que no se pueden responder. No existe nada parecido a un método para "cazar" nombres propios adecuados. ¿Cómo es entonces, que un asunto que no podemos explicar tiene tanta importancia? La clave es la seguridad que ofrecen, primero al autor, luego, al lector. Cuando el autor los reconoce (podría decir los "elige" pero es justamente lo contrario), los pronuncia, los escribe con seguridad. sostienen la ficción. Si no hay seguridad en el tono que impregna los nombres propios, la ficción no saldrá adelante, y el autor necesita esa seguridad para seguir escribiendo. [...] De todo lo dicho, concluyo que es el espíritu de la narración quien proporciona al escritor los nombres propios adecuados y que sólo entregado a esa confianza puede el escritor encontrarlos y hacer que el lector los recoja sin ponerlos mínimamente en cuestión. La verosimilitud se logra en el ambiente que la confianza mutua logra.

Soledad Puértolas

Cortazar ilustra sobre la esencia del microrrelato

Cortazar ilustra sobre la esencia del microrrelato

No sé si ustedes han oído hablar de su arte a un fotógrafo profesional; a mí siempre me ha sorprendido el que se exprese tal como podría hacerlo un cuentista en muchos aspectos. Fotógrafos de la calidad de un Cartier-Bresson o de un Brassai  definen su arte como una aparente paradoja: la de recortar un fragmento de la realidad, fijándole determinados límites, pero de manera tal que ese recorte actúe como una explosión que abre de par en par una realidad mucho más amplia, como una visión dinámica que trasciende espiritualmente el campo abracado por la cámara. Mientras en el cine, como en la novela, la captación de esa realidad más amplia y multiforme se logra mediante el desarrollo de elementos parciales, acumulativos, que no excluyen, por supuesto, una síntesis que dé el “climax” de la obra; en una fotografía o un cuento de gran calidad se procede inversamente, es decir, que el fotógrafo o el cuentista se ven precisados a escoger y limitar una imagen o un acaecimiento que sean significativos, que no solamente valgan por sí mismos sino que sean capaces de actuar en el espectador o en el lector como una especie de apertura, de fermento que proyecta la inteligencia y la sensibilidad hacia algo que va mucho más allá de la anécdota visual o literaria contenidas en la foto o el cuento.

 

Julio Cortazar, Algunos aspectos del cuento.

Cuestionario en busca de la coherencia

Cuestionario en busca de la coherencia

 "Hay que preferir lo imposible verosímil a lo posible creíble", sentencia Aristóteles en su Poética. Y ante la sentencia, el lector concluye con que lo que convierte en verosímil un relato no es otra cosa que su coherencia interna, y no su mayor o menor cercanía a la lógica real. De manera que si queremos vibrar con la elaboración de la novela conjunta y si queremos que el futuro lector nos atienda, es preciso que nos pongamos de acuerdo, ya, ahora, en algunas cuestiones acerca de los personajes y la trama.

 Lo que sigue es un cuestionario que deberán rellenar y enviar a la dirección de correo electrónico de Julia antes del lunes 3 de julio, todos aquellos que quieran participar en la novela conjunta.

CUESTIONARIO

 1.- ¿Dónde se encuentra el barco? ¿Desde el barco se ve algo: mar, tierra, nubes, animales...?

 2.- ¿Qué edad tienen los protagonistas?

 3.- ¿Tiene forma el alienígena? ¿Cómo es?

 4.- ¿Los protagonistas tienen familia?

 5.- ¿Qué fue de la tripulación del barco?

 6.- ¿Cómo ayuda el alienígena a los cuatro heróicos protagonistas de la novela?

 7.- ¿En qué consiste exáctamente la amenaza a la paz mundial?

 8.- ¿Logran finalmente acabar con la amenaza?

 9.- Si logran acabar con la amenaza, ¿cómo lo consiguen?

 10.- Para el caso de que no lograran acabar con la amenaza, ¿a qué se debe este fracaso?

 El 3 de julio se leerán todas sus respuestas y se escogerán aquellas que coincidan, y en defecto de coincidencias,  aquellas que sean más propicias para la trama.

 Además tienen hasta el miércoles 17 de junio para plantear, a través de mail a la dirección de Julia, otras preguntas.

Bicefála literaria: Borges y Bioy Casares

Bicefála literaria: Borges y Bioy Casares

 Seis problemas  para Isidro Parodi, Dos fantasías memorables, los guiones cinematográficos Los orilleros y El paraiso de los creyentes y dos colecciones de relatos: Crónicas de Bustos Domecq y Nuevos cuentos de Bustos Domecq, son la magistral prueba de que se puede "ejecutar el milagro inverso: lograr que dos sean uno", que diría Borges. Les invito a que lean estos textos y descubran cómo de dos autores puede surgir una sola voz distinta a la de los originales, cómo el bien hacer y el mucho hablar puede aunar imaginaciones y estilos para lograr literatura sobre literatura sobre literatura sobre...

La Universidad de Deusto apuesta por una locura mayor

La Universidad de Deusto, ha puesto en línea su Wikinovela, una iniciativa que aprovecha las posibilidades colaborativas del entorno wiki para crear una novela colectiva y multilingüe (castellano, euskera e inglés). La primera etapa de la iniciativa culminará el 24 de julio.

La Wikinovela es un proyecto encauzado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Deusto, con el patrocinio de Santander y la colaboración de El Correo Digital.

Para convertirse en uno de los autores de la Wikinovela, sólo es necesario registrarse como usuario. Una vez dado de alta, los internautas podrán continuar cualquiera de los tres inicios de la novela, mejorar lo que otros han escrito o añadir nuevas ramificaciones a cualquiera de las historias.

Para dar el primer impulso a la creación, y como estímulo para los participantes, se han encargado los inicios en cada uno de los idiomas a tres escritores de reconocido prestigio: Juan José Millás para el castellano, Jon Arretxe para el euskera y Espido Freire para el inglés.

Son tres historias distintas, pero enlazadas, y que forman por lo tanto una única novela que deberá irse desarrollando con las aportaciones de los usuarios.

Ya existían propuestas anteriores de creación colaborativa en la red, e incluso algunas se habían desarrollado en la propia UD, pero esta iniciativa es novedosa principalmente por tratarse de un proyecto multilingüe, que une en una misma novela, con tres historias entrelazadas, el castellano, el euskera y el inglés, y por estar abierta al gran público, a diferencia de otras anteriores que se dirigían a un auditorio más reducido.

El resultado será una novela escrita por varias manos, con múltiples tramas relacionadas, y sobre todo, el haber ofrecido a lectores y escritores la posibilidad de colaborar en la construcción de una obra de arte.

Nombre del alienígena

Nombre del alienígena

 Queridos autores,

 Siento mucho acabar con el chiste perfecto del microrrelato de Xabier Luna, pero hemos de rebautizar al alienígena de nuestra novela. ¿Por qué? El chiste de Xabier es elocuente, el nombre del alienígena ha de ser tal que no provoque la mofa de Iván, de lo contrario el misterio que sobrevuela entre cada microrrelato pierde tono. Y es que aunque a nuestros ojos parezca toda la fábula un puro disparate es preciso que para que el lector se divierta, nos lo tomemos muy en serio.

 De manera que borren de sus textos "Experson" y propongan nombres nuevos.

 Hagan sus propuestas creando comentarios a este texto.

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